Uno piensa (o busca consuelo pensando) que sólo la gente con capacidades y habilidades especiales, la gente de mejor familia, los más inteligentes, guapos y delgados son los que consiguen lo que quieren. Pero cuando te pones a estudiar de verdad los casos de éxito -no necesariamente hablando del de Apple, el de Facebook…, sino los de la gente más “de andar por casa”, el que ha logrado un trabajo que era la ilusión de su vida, el que ha conseguido montar un pequeño negocio, el que ha grabado una maqueta, el que ha llegado a su cliente número 100…- si te pones a mirar de cerca, a leer lo que cuentan de sí mismos, lo que dicen los demás, es fácil ver que estos profesionales comparten una cualidad concreta: ellos ACTÚAN. HACEN.
Actuar, ponerte en marcha, hacer-lo-que-tienes-que-hacer-aunque-no-te-apetezca-hacerlo… he ahí la clave. He ahí el aspecto fundamental que divide a las personas en dos: Los que hacen lo que tienen que hacer y los que no. Punto.
Inteligencia? Creatividad? Talento? Una talla 38? Por supuesto que ayuda tener todo eso. Pero no es lo que determina si lograrás lo que quieres, os aseguro que no. De ser así, con simples tests podríamos predecir sin error quién va a tener éxito y quién no. Pero resulta que así no funcionan las cosas.
El concepto en sí mismo es hasta insultante de lo simple que es: “Actúa. Haz lo que tengas que hacer aunque no te apetezca hacerlo”. A pesar de lo cual, es increíble la poquita gente que se lo tatúa y lo sigue a rajatabla, sabiendo que será lo que les lleve a alcanzar lo que quieran.
[N.del A.: OJO! No estoy diciendo que todo el mundo pueda conseguirlo todo. Ahí tendríamos que entrar en el tema de saber establecer objetivos – que tienen que ser retadores pero reales, conseguibles, o si no, es imposible comprometerse con ellos.]
No penséis que esta cualidad de la que hablo es algo con lo que se nace, que se lleva en el ADN, esta cualidad es un HÁBITO que hay que crear con muuuuuuuucho trabajo (ah, que pensabais que este era de los posts que venía con unos polvitos mágicos para solucionar los problemas? Pues SORRY, de nuevo vengo a chafaros las ilusiones – de nuevo esto es cuestión de CURRÁRSELO).
Es crear el hábito de actuar, de poner en marcha lo que tienes en la mente. Pero demasiado a menudo nos quedamos bloqueados ahí dentro, en la mente. Rumiando nuestras ideas, nuestros sueños, nuestros “yo querría” “yo habría” “si yo hubiera podido” “si a mí se me hubieran colocado las estrellas de otra manera…”. “Coulda-woulda-shoulda”, que dicen los que espikinglish.
Qué pena conformarse con darle vueltas a nuestros sueños en el sillón mientras vemos el partido, o Gossip Girl, o Águila Roja –o peor, Gran Hermano-, no? qué pena ver cómo los demás van consiguiendo “sus cositas”, unos con más ambición, otros con menos, pero oye, poquito a poco… mientras tú sigues en ese trabajo de mierda insatisfactorio, mientras tú sigues sin centrarte, sigues frustrado… sigues prefiriendo la infelicidad a la incertidumbre (frase que le oí a Marta Romo en una charla y de la que me he apoderado ;oD)
Hay tres grupos de personas: los que hacen que las cosas pasen, los que miran las cosas que pasan y los que se preguntan qué pasó
Porque no digo que conscientemente estemos boicoteándonos nuestro futuro. Sé de sobra que mucho es fruto de MIEDOS. Miedo al fracaso, al tema económico, al qué dirán, a salirse de lo establecido, a no cumplir las expectativas… a lo desconocido… a uno mismo… de esto tenemos todos “pá regalar”.
Pero es que las personas que sí lo han conseguido… también tienen miedos. También tienen la tentación de quedarse en el sillón. También les cuesta salir de su zona de confort. También les deja sin dormir el qué pasará. PERO LO HACEN de todas maneras. Hacen lo que saben que tienen que hacer, porque no quieren vivir en un permanente estado de infelicidad, de frustración. Lo hacen porque tienen que confiar en sí mismos -¿quién lo va a hacer si no?-, en su capacidad para levantarse si finalmente las cosas no salen bien y volver a ponerse en marcha; saben que son unos supervivientes, saben que para eso están aquí: para buscar la felicidad.